DE VUELTA A LOS PAGOS

Es raro esto de estar siempre esperando dar el próximo paso. Vas contando los días que faltan para tal o cual cosa. Es buenísimo transitar el período anterior, lo malo es que de pronto, casi sin darte cuenta, mirás para atrás y ya está, ya pasó y es ahí que tenés que llenar el vacío. Entonces, astuta e inmediatamente, empezás una nueva cuenta regresiva, no vaya a ser que te quedes a merced del destino, sin rumbo y sin metas y sin control de tu devenir.

Sin embargo, hoy se te ocurre que te divertiría mucho más contar la vida de otro modo, sin números ni calendarios. Medirla en intensidad por ejemplo. Claro que esto también implicaría alguna clase de medición numérica. Quizá se podría reemplazar los números por latidos, por sonrojamientos, por nudos en la garganta, por tropiezos y aciertos. No sabés muy bien como sería pero sí sabés que hoy declarás huelga a contar tu vida en términos de cuántos días faltan para tu próximo hito. El hito es hoy, es ya, es esto. El hito es tipear estas letras en tu ORDENADOR. Olé. Me gustó ese mote.