FROM A FAR FAR FAR AWAY LAND

I am still me, which is good, I guess.

Este año, nadie entiende bien por qué (ni vos) se te ocurrió que lugar donde estés, lugar al que querés descubrir desde otra perspectiva. Entonces, lo que has venido haciendo últimamente cuando estás lejos de casa, es pasearte por clases de distintas disciplinas, siempre de la mano de alguien cercano que te quiere bien y te acompaña en tu búsqueda. Te da cierta impresión de que contactarte con la gente que tiene un saber para transmitir en otras tierras, te va a enseñar algo más del lugar que lo que pueden ver tus ojos.

Así fue como ayer lograron llevarte a una clase de yoga, cosa que a vos nunca te convenció demasiado por la lentitud del tema que, a decir verdad, te aburre un poco. Sin embargo, esta vez no estuvo tan mal, es más, quien dirigía la clase se empeñó en que cada uno de los participantes se zambullera en su interior y buscara su parte intacta. Explicó clara y concisamente, que todo cambia permanentemente (ejemplificando con temas que no vienen al caso y que el lector imaginará seguramente) pero hay algo que no lo hace y ese algo que permanece intacto es el SER.

Tamaña abstracción.

A pesar de tu oído crítico y reflexivo, decidiste entregarte a la propuesta de bucear por dentro tuyo y descubriste sorprendida que ni las distancias, ni los tiempos, ni las personas han perturbado tu ser. Él (ella?)está ahí, intacto. Extraña sensación de redescubrimiento yoístico. Raro, hasta tonto si se quiere, pero tranquilizador.


La clase de yoga estuvo buena, no lo podés negar. Mañana sería la segunda y quedaste en volver pero creés que no, que una estuvo bien. No solés volver a lo que no te apasiona, a lo que ya pasó. Das vuelta la página para lo que esta por venir que en general te interesa más aunque lo anterior haya estado bien y en ciertas ocasiones haya estado muy bien. Pretérito.