14.4.07

MUY MAL HECHO

No, señora, así no se hace. No se puede ser tan poco seria. Usted se compromete a hacer un trabajo y así se venga el mundo abajo, usted debe cumplir con lo que prometió, especialmente si ya recibió la mitad de su paga. Lo que usted hizo no tiene justificativo. Simplemente no se hace y habla muy mal de usted.

Resulta que con todo esto de la mega fiesta que tiene tu hija esta noche, a la cual sus padres (o sea vos y él) también están invitados, estuviste más que ocupada de aquí para allá, sobre todo con cuestiones de vestimenta adecuada y detalles de terminación. Faltando apenas unas 36 horas para el evento y cuando ya tenés todo solucionado, llama la famosa modista a la que finalmente confiaste la hechura del vestido de C. , para decir que se le complicó la cosa y que no llega a terminar el vestido. No hace falta que te explique el shock porque vos fuiste justamente quien lo sintió. Luego de unos segundos de acomodamiento mental - confesiones como esa suelen descuajeringar la estructura cognitivo-emocional de casi todo el mundo - reaccionas con tu típico estilo pragmático y to the point.

"Escucheme, Marta, usted no me puede decir esto faltando un día y medio para la fiesta. Tranquilícese y busquemos una solución." (nótese que siempre terminás tranquilizando al resto)

"Es que no llego porque una tía de la tía de mi tía bla... bla... bla... bla."

"Mire, le propongo lo siguiente, simplifiquemos la hechura. No haga las alforcitas que tanto trabajo le dan. Anúlelas. (Era la gracia del vestido, sin eso, el modelo no se parece en casi nada a lo que vos y C. eligieron con ilusión) Haga el vestido más simple y estoy segura que va a llegar, pero entréguemelo como acordamos."

"A bueno, así si. Así llego."

Vos pensás que ella podría haber obviado eso de enfermar a toda la familia y haber reconocido con altura su ineptitud para hacer alforzas, a pesar de haberte engañado con que sí, con que podía con eso.

Manteniendo la calma que te caracteriza, decís: "La espero mañana a la hora señalada." (por ayer)

M, C y vos se encuentran para ver la obra de diseño terminada. Pero no. M, quien dijo poder llegar gracias a tu plan de simplificación, tampoco llegó. Sólo viene a mostrarte que el semi-terminado vestido tiene una sombra en la tela que ella no vio al cortar, ni al coser, ni al revisar ni NUNCA. No se nota mucho pero está y ahora que ella te la hizo notar, no podés ver más allá de eso. El vestido está bien, pero la sombra macabra que M no vio, se instaló allí para recordarte la ineptitud de cierta gente, la falta de compromiso y sobre todo la falta de sensibilidad para comprender el tamaño de la ilusión de tu hija. M debió comprometerse con su tarea tal y como
vos esperabas que hiciera. Tal y como vos lo habrías hecho de haber sido M.

Tremenda desilusión.

MUY MAL HECHO M. USTED NO MERECE DIVERTIRSE EN NINGUNA OTRA FIESTA A LA QUE LA INVITEN PORQUE HA EMPAÑADO LA FIESTA DE OTROS CON SU ESTUPIDEZ.

2 comments:

Anonymous said...

JA :-)
La ineptitud está por todos lados, te abruma y exaspera como la más intoxicante humedad porteña.
Hoy me tocó ser víctima de una situación bastante parecida, en donde la incompetente telefonista de una muy conocida peluquería me dio un turno que ya estaba tomado (para el cual me tuve que levantar a las 8 de la mañana, habiéndome dormido a las 4.30, porque claro, ellos solo toman turnos el mismo día!), haciendo de mi sacrificio algo totalmente trivial. Qué bronca me dió...que bronca, che, cuando a la gente no le importa ni un poquito.
xxx

Menta Ligera said...

Tenes toda la razon. Como te entiendo... La mancha no se va a notar si bajan un poco la luz. Y una vez que empezo la fiesta y todos esten disfrutando, las alforzas van a pasar al olvido y se van a convertir en anecdota. Hay gente que no sabe asumir responsabilidades. Inepta es poco... y no hay excusa que valga.
Te deseo lo mejor. Olvidate de M y disfruta la fiesta!