SELF-INDULGENCE

Si hay algo que has aprendido muy bien a lo largo de los años, es a reconocer cuáles son tus fuentes de placer y lo mejor de todo, es que la mayoría de las veces, conseguís procurarte lo que ansiás. De más está aclarar que no hemos de adentrarnos en el mundo de tus fantasías, tus sueños o tus deseos ocultos. Eso lo dejamos para otro momento.

Detallemos: dentro de las delicias de la vida, dirías que uno de los lugares más privilegiados es aquel ocupado por todo lo que tiene que ver con el arte, la creación, la literatura y la gente que supo hacerse un lugar en el mundo de la intelectualidad. De aquí se desprende que no concebís no explorar todo lo que tenga que ver con esto para sentir por un rato que el tiempo desaparece 
y que sos parte de ese mundo tan especial. 

Así fue como esta tarde, la dedicaste a dos de tus mayores placeres: ver a algunas de tus amiguísimas (tal como lo prometiste ayer) y llevarlas a Villa Ocampo, lugar mágico, generador de ideas y albergue de genialidades. Tu tarde de hoy te colmó el espíritu y procuraste traer a tu casa una porción de esa atmósfera tan atractiva en un par de libros y unos pins que ya cuelgan allí, custodiados por todo el eclecticismo de la diversidad cultural que atestigua tu curiosidad. 

Villa Ocampo te subyugó. Volverás en cuanto se acerque la primavera.