BLESSED WATER II

Y si, ella volvió como vuelven todos: subyugada y con toda su generosidad compartió con vos esta maravilla. Sabe de tu fascinación por el lugar y de tu atracción por el agua en cualquier estado.
La contemplación de esta imagen te despierta ciertas ideas que tienen que ver con eso, con el "estado".
 Sólido, líquido, gaseoso: tres formas de convivir, tres maneras de  amornizar la propia existencia que uno no logra tan fácilmente. El agua sí.

El hielo sólido está en el agua líquida ambos cubiertos por las nubes que contemplan la escena recogiendo memorias de lo que supieron ser.

Nadie reclama nada.  Lo más sorprendente, es que en cualquier momento llueve, la nube se hace mar y el mar se hace hielo y el hielo cae y se hace agua, que a su vez volverá a  ser vapor. 
Todos dan y reciben, se alejan y se acercan en perfecta sincronización, en el momento adecuado, sin recelos, sin reproches, aceptando el estado que se les impone, exhibiendo su condición con inusual orgullo teniendo en cuenta que se trata de un elemento natural que para algunos es tan trivial que hasta lo derrochan sin reparos.

¿Como lograr este perfecto balance tríptico?
Contemplá la imagen por un buen rato y posiblemente descubras el secreto.