12.5.07

A SENSE OF FULFILMENT

Así tal cual es cómo definís la sensación que te innundó todo el día de hoy. Es lo más parecido al bienestar, a la ausencia de necesidad, legendaria culpable de la angustia, de los excesos, de ese malestar de cualquier tipo que cual señal de alerta se encarga de indicar cuando algo falta, cuando algo no está en su lugar, cuando algo incomoda aunque no se sepa bien qué es - o que no es.

Por el contrario, hoy fue un día de plenitud. Lo definirías como esos días en los que prevalece la armonía en todos los aspectos de tu vida.

Empezó muy temprano, demasiado a juzgar por la hora en la que manoteaste el control para silenciar BREAKING AND ENTERING a pesar de cuán cautivada estabas no sólo por la trama sino por JUDE LAW, quien nunca estuvo tan atractivo como en esta peli. Ese sweater gris grande en esa casa blanca, iluminada por demás para oponerse violentamente a su confusión. ¡Qué tormentosamente lindo se lo veía!

Calculás que habrás dormido unas cinco horas - poco, para no variar.

Seis y media estabas bajo la ducha, esperanzadamente alegre. Hoy tu pequeña C. debía volcar sobre un papel todo lo que estudió en estos últimos días. Hoy, su mapa conceptual debía estar a flor de piel para ser estrenado en su debut de adolescente merecedora. Ya eso sólo es un hecho para festejar. Las gotas de tu ducha te recorrían junto a una catarata de flashbacks en doce minutos: uno por cada año dedicado al crecimiento de C. Hoy poco importa el resultado de su primer examen de ingreso. Hoy festejás que C haya llegado a tu vida y haya recorrido este camino junto a vos. Primera idea feliz del día.

Vos y tu pequeña llegaron justo a la hora señalada. Los vidrios del auto semicongelados casi no dejaban ver la multitud de doceañeros que junto a C entraron en malón con el ímpetu correspondiente a estar abriendo las puertas de su propio futuro, así literalmente. Vos te quedaste mirando hasta que la imagen de C desapareció tras las escalinatas del colegio. Suspiraste para dejar salir la emoción y te dispusiste a arrancar rumbo a tu futuro ¿por qué no verlo así?

Esperaste en el bar de la esquina junto a tu música, a Intimacy de Hanif Kureishi y a una gaseosa que cada tanto refrescaba tu mañana y te daba un motivo para estar sentada ahí sola en un bar abarrotado de padres y madres demasiado gritones para tu gusto. Uno de ellos se atrevió a sentarse en tu mesa sólo porque le diste permiso para usar la silla - él nunca dijo que se sentaría ahí y te sorprendió el desparpajo que coincidía con esa gorrita de golfista elegida para ir a un bar en Callao y Marcelo T. ¿con qué propósito? Un despropósito. Su impertinencia te incomodó un poco, no demasiado, te habría incomodado aun menos si el susodicho no hubiera fijado su vista en vos más de una vez como lo hizo y si te hubiera llamado señora en vez de señorita. No porque ese mote te guste más, ni mucho menos, sino por todo lo que imaginaste que el debió haber imaginado al llamarte así. Sin la motivación de esperar a C., tu presencia en ese bar hubiera sido tan ridícula como su gorrita de golfista. Trataste de seguir leyendo como si nada, pero ese cuerpo desfachatadamente despreocupado, sentado ahí frente a vos no te dejó concentrar y mucho menos para leer Intimacy, cuyo título, en letras grandes demasiado visibles, extrañamente también te empezó a incomodar. Fue por eso que decidiste ir a esperar a tu hijita a la puerta del colegio muy a pesar del frío y del conglomerado, que no suele ser la mejor opción.

Es momento de aclarar que él se fue de viaje por el fin de semana para sorprender a P., tu querida suegra, quien mañana cumple años y probablemente necesita de su hijo más que nunca. Estuvo bien que él se fuera aunque hoy extrañaste su cuerpo frente al tuyo en aquel bar. Te perturba pensar que su ausencia te deja demasiado expuesta. Your bodyguard is gone, funny, uh?

Detallar cómo se sucedieron los hechos sería muy largo y ya me está dando fiaca que me dictes tanto. Ni pensar en quién leerá semejante relato.

Resumamos.

C salió feliz, dijo que le había ido muy bien en Historia y no tan bien en Lengua porque era muy difícil y no estaba segura si lo que hizo está bien porque... Never mind. Sólo importa cada minuto en el que C. llenó tu rol de mamá. Eso es todo lo que ves hoy y eso es lo que celebraste dándole todos los gustos: su comida predilecta, ropa nueva, Spiderman 3 con una amiga, una mega bolsa de pochoclo y una coca cola light, más la promesa de esperarlas siete y cuarto en el COFFEE STORE de la puerta del cine.

Usaste esas dos horas y media para mujerear un rato por Unicenter, cosa que jamás hacés porque ese tumulto sabático y en especial en ese lugar, te malhumora bastante. Decí que te enchufaste a tus auriculares y obviaste el griterío y esa especie de Harlem shuffle tan característica de las masas de gente que caminan encolumnadas. Sin embargo, tu aislamiento acústico no te impidió ver a centenares de madres y padres de la banda treintaypico cargando carritos, globos, mamaderas y esa especie de malhumor típico de un paseo que sólo sirve para no quedarse en casa.

Allí también tuviste un pensamiento feliz. Vos ibas libre, sin ataduras, como irán ellos cuando les llegue el momento de dejar a sus babies en el cine y aliviarse por no tener el peso que cargan otros que a su vez algún día... Bah...The famous circle of life, que es casi casi lo que hoy celebraste todo el día.

El barcito de Wanama con pretensiones tropicales estuvo bien para seguir con Intimacy, tostado y café doble de por medio. Allí descubriste un párrafo que querés que cite acá y yo procedo como corresponde:

"Yet what makes me think I should have what I want? Surely you can't constantly be replacing people who don't provide what you need? There must be other opportunities of sustenance -in pictures, books, dance - even within. Yet all these forms are enraptured by love and desire and are created from them."


Te cautivó eso de -even within, quizá porque hoy particularmente fuiste tu propia fuente de inspiración y a eso vos lo llamás Sense of Fulfilment, lisa y llanamente.

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