15.7.07

MISCELLANEOUS

Levantarte tarde después de un viernes y un sábado de esos bien típicos tuyos. Esa era la idea.

Viernes: Fin de jornada laboral loaded como siempre. Salida con C y F con custodio incluído (¿no me digas que no te impresionaba un poco que las siguiera tan de cerca con esa cara de Buenos Muchachos?... if you know what I mean) Además ¿qué es eso de poner balizas para avisar que vas a estacionar y que el ganso se te pegue atrás cosa de bloquearte bien bloqueada? El tipo termina estacionando su auto donde vos querías estacionar el tuyo y vos tenés que buscar otro lugar. Ineptitud total. F vuela de bronca.

Igualmente, no te preocupa demasiado porque siempre disfrutás estar con F y además, haciendo honor a tu don, te encontras con M R, a quien no ves hace siglos. Te inunda esa nostalgia de tarde memorable en Champs Elysees comiendo baguettes. para matar el frío de Enero junto a MR que ya dejó de ser aquella adolescente impetuosa para ser una señora mamá, como vos. Te sorprende ver a su hija y la tuya charlando animadamente: se conocen de hockey. C. te mira y te dice...Qué chico es el mundo, mamá. Y pronuncia esa trillada frase con cierto aire de telenovela, lo cual te causa cierta gracia.

Sábado a full que incluye curso de SmartBoard de tres horas, reunión de trabajo ultra alagadora y tareas de madre hasta las seis de la tarde. Cafecito en Pérsico de Nordelta rodeada de bebés malcriados... UFFF...qué bueno haber pasado ya por eso.

Volver a casa, invitar a todos a comer a ese lugar nuevo que te intriga tanto, sólo porque querés compartir tus logros y nuevos proyectos a la luz de otras lámparas. A menudo se ve mejor que debajo de las propias.





Obvio que en el restaurant también hay alguien que te conoce y se levanta a saludarte. ¿Cómo puede ser que siempre, pero siempre....?

Hoy domingo el plan es dormir. Querés sentir que aunque se te abran los ojos, podés volver a cerrarlos tranquila, con ese alivio típico de reconocer la falta de urgencia. Hoy te podés quedar en la cama hasta el hartazgo, just because.

Suena el teléfono. Son tus padres que están en el solcito tomando un café dominguero y quieren que vayas así charlan un rato y....no podés negarte, no querés perder ninguna oportunidad de estar con ellos, algo así como exprimir la vida más y más. Además tus hermanos están lejos y eso te responsabiliza el doble. Ya estás acostumbrada a multiplicarte por tres y a decir verdad no te pesa. Hasta te diría que disfrutás esto de ser algo así como una única hija, lo cual te viene bien para borrar los antiguos reclamos de "la del medio".

"Espérenme, ahí voy", como era de suponer.Te lavás la cara, los dientes y salís con look despreocupado envuelta en esa bufanda tejida por vos que acumula tu perfume como ninguna.

Ir al encuentro de mamá y papá. It always feels so good.

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