COSA TONTA 16
¿Sweet Sixteen?
Resulta que ayer a la tarde tu querida baby C se quejaba de dolor de literalmente todo: oído, garganta, nariz, piernas, cabeza, ojos....Vos, con la consabida preocupación que esas quejas le producen a una mamá, trataste de minimizar sus penas con recetas caseras varias pero nada funcionó. Por lo tanto, cuando ya se agotaron tus artimañas lo llamaste al mítico doctor E que atendió a tus hijos desde que nacieron y allí partiste con C gangosa y apesadumbrada.
Comentario aparte merece el look de E, que si bien siempre fue buenmozote y ultra divino con tus hijos y con vos, ejerciendo su vocación desde un profesionalismo a ultranza, esta vez te sorprendió verlo quemado como siempre (está bien que viva en Olivos, que viaje a Punta seguido y que le guste el sol pero quemado así en pleno invierno...ya es mucho) No sólo eso, sino que lucía con 10 o 12 kilos menos y una jovialidad inusual. Claro, lo eligieron para representar a la Asociación Argentina de Pediatría en el congreso mundial próximo que será nada menos que en Grecia. Hacia allí partirá con su bella mujer, Judith, quien también es hiperamable, monísima y se interesa por tu vida y la de tus hijos cada vez que te ve. Adora que le cuentes sobre vos, tu trabajo, tus viajes, tu familia. En una palabra, ir a lo de E siempre reconforta, no sólo porque cuida la salud de tus pequeños (devenidos en no tan pequeños pero se resisten a cambiar de médico) sino porque las charlas son siempre amenas, divertidas y con algo de pasión que es lo que a vos te mueve, siempre.
Al salir, llovía. C, siempre tiene fiaca de caminar o de hacer cosas que no correspondan a su esfera de diversión. Con lo cual, la dejaste en tu casa y partiste sola a Farmacity a comprar lo que E le recetó. Tu look de ayer era más bien desatendido. Tuviste ganas de bañarte, lavarte el pelo y salir así, sin maquillaje, ni arreglo de ningún tipo. Bien casual, cosa que creíste habrías de lamentar por lo siguiente.
Farmacity tiene la farmacia en el fondo, bien en el fondo, como si todo lo que hay adelante estuviera puesto ahí para tentar a quien debe caminar por el largo pasillo y forzarlo a que gaste el doble de lo que realmente necesitaría. Esta vez no miraste nada, sólo querías comprar el remedio para que C se recuperara lo más rápido posible. Caminaste rápido y al llegar al dispenser de numeritos, coincidiste con un señor. Te pareció que él había llegado primero por lo que, con toda tu educación, le hiciste un gesto de "adelante, sacá vos que yo llegué dos segundos después". Él, desplegando su caballerosidad, te dijo "No, por favor" y repitió tu gesto. Agradecida, arrancaste el número y pediste el remedio. (En realidad, no hacía falta sacar ningún número porque no había nadie más que vos y él, pero para cuando te diste cuenta de eso ya estabas siendo atendida) Mientras la farmacéutica va a buscar el remedio, dicho señor, te dice " Vos sos... y larga tu nombre y apellido a la perfección. Perpleja, sin tener la más remota idea de quién es ese hombre, lo mirás como diciendo "Give me a clue" (adorabas ese programa en tus épocas de estudiante in the UK) El tipo, sin poder creer tu amnesia total, te dice SU nombre y apellido, que lejos de ayudarte, te confunden más. Percatándose de tu falta total de memoria, te tira otro dato: "Soy el ex de Virginia" momento en el cual tu cabeza empezaba a girar a punto de desvanecer mientras te proveía de un display alocado de caras, personas, momentos, pero NADA coincidía con este señor y con ninguna de las Virginias que se te aparecían. Sólo cuando dijo el apellido de su ex, recordaste quién era y junto al recuerdo te llenaste de una sensación de descreímiento total de tu estupidez. Mientras él hablaba sin parar, contándote de cómo se estaba armando el botiquín para partir hoy a Barcelona a encontrarse con su hija menor Y con Virginia (esas parejas separadas que se lleva super bien) vos tenías 50% de tu cerebro ocupado en buscar la razón por la cual lo habías borrado así de tu stock. ¿Cómo puede ser??????????
Se te ocurre pensar que te estás quedando sin espacio. Claro, sos ultra sociable, le das un lugar a cada ser que se te cruza en la vida y que tiene algo que te resulta interesante. A eso sumale los que obligadamente tienen que ocupar un lugar en tu storage porque son relaciones de esas que la vida te impone por trabajo, por familia, por amigos de amigos, etc, etc. Más mozos, empleados, dueños de, hijos de, vecinos, primos de, ex novias/os de, y miles de categorías que repletan tus recovecos. Es hora de que alguno se vaya borrando tipo limpieza de cookies, borrado de cache, eliminación de elementos en desuso. ¿Para qué ibas a querer vos guardar la memoria del ex de Virginia si casi ni a ella recordás?
Así justificás tu derrota, antes de enloquecerte pensando que el paso del tiempo va carcomiendo tu capacidad y te va dejando impávida frente a tus falencias.
Sólo una cosa te alegra. La decisión de salir así, sin ninguna producción debe haber hecho que este tipo, al que no veías hace más o menos diez años, te haya visto igual. Tan igual como para reconocerte al instante con nombre y apellido. Ergo: tu deterioro aun no se ha hecho visible y eso es lo único medianamente bueno de esta nueva cosa tonta.
Resulta que ayer a la tarde tu querida baby C se quejaba de dolor de literalmente todo: oído, garganta, nariz, piernas, cabeza, ojos....Vos, con la consabida preocupación que esas quejas le producen a una mamá, trataste de minimizar sus penas con recetas caseras varias pero nada funcionó. Por lo tanto, cuando ya se agotaron tus artimañas lo llamaste al mítico doctor E que atendió a tus hijos desde que nacieron y allí partiste con C gangosa y apesadumbrada.
Comentario aparte merece el look de E, que si bien siempre fue buenmozote y ultra divino con tus hijos y con vos, ejerciendo su vocación desde un profesionalismo a ultranza, esta vez te sorprendió verlo quemado como siempre (está bien que viva en Olivos, que viaje a Punta seguido y que le guste el sol pero quemado así en pleno invierno...ya es mucho) No sólo eso, sino que lucía con 10 o 12 kilos menos y una jovialidad inusual. Claro, lo eligieron para representar a la Asociación Argentina de Pediatría en el congreso mundial próximo que será nada menos que en Grecia. Hacia allí partirá con su bella mujer, Judith, quien también es hiperamable, monísima y se interesa por tu vida y la de tus hijos cada vez que te ve. Adora que le cuentes sobre vos, tu trabajo, tus viajes, tu familia. En una palabra, ir a lo de E siempre reconforta, no sólo porque cuida la salud de tus pequeños (devenidos en no tan pequeños pero se resisten a cambiar de médico) sino porque las charlas son siempre amenas, divertidas y con algo de pasión que es lo que a vos te mueve, siempre.
Al salir, llovía. C, siempre tiene fiaca de caminar o de hacer cosas que no correspondan a su esfera de diversión. Con lo cual, la dejaste en tu casa y partiste sola a Farmacity a comprar lo que E le recetó. Tu look de ayer era más bien desatendido. Tuviste ganas de bañarte, lavarte el pelo y salir así, sin maquillaje, ni arreglo de ningún tipo. Bien casual, cosa que creíste habrías de lamentar por lo siguiente.
Farmacity tiene la farmacia en el fondo, bien en el fondo, como si todo lo que hay adelante estuviera puesto ahí para tentar a quien debe caminar por el largo pasillo y forzarlo a que gaste el doble de lo que realmente necesitaría. Esta vez no miraste nada, sólo querías comprar el remedio para que C se recuperara lo más rápido posible. Caminaste rápido y al llegar al dispenser de numeritos, coincidiste con un señor. Te pareció que él había llegado primero por lo que, con toda tu educación, le hiciste un gesto de "adelante, sacá vos que yo llegué dos segundos después". Él, desplegando su caballerosidad, te dijo "No, por favor" y repitió tu gesto. Agradecida, arrancaste el número y pediste el remedio. (En realidad, no hacía falta sacar ningún número porque no había nadie más que vos y él, pero para cuando te diste cuenta de eso ya estabas siendo atendida) Mientras la farmacéutica va a buscar el remedio, dicho señor, te dice " Vos sos... y larga tu nombre y apellido a la perfección. Perpleja, sin tener la más remota idea de quién es ese hombre, lo mirás como diciendo "Give me a clue" (adorabas ese programa en tus épocas de estudiante in the UK) El tipo, sin poder creer tu amnesia total, te dice SU nombre y apellido, que lejos de ayudarte, te confunden más. Percatándose de tu falta total de memoria, te tira otro dato: "Soy el ex de Virginia" momento en el cual tu cabeza empezaba a girar a punto de desvanecer mientras te proveía de un display alocado de caras, personas, momentos, pero NADA coincidía con este señor y con ninguna de las Virginias que se te aparecían. Sólo cuando dijo el apellido de su ex, recordaste quién era y junto al recuerdo te llenaste de una sensación de descreímiento total de tu estupidez. Mientras él hablaba sin parar, contándote de cómo se estaba armando el botiquín para partir hoy a Barcelona a encontrarse con su hija menor Y con Virginia (esas parejas separadas que se lleva super bien) vos tenías 50% de tu cerebro ocupado en buscar la razón por la cual lo habías borrado así de tu stock. ¿Cómo puede ser??????????
Se te ocurre pensar que te estás quedando sin espacio. Claro, sos ultra sociable, le das un lugar a cada ser que se te cruza en la vida y que tiene algo que te resulta interesante. A eso sumale los que obligadamente tienen que ocupar un lugar en tu storage porque son relaciones de esas que la vida te impone por trabajo, por familia, por amigos de amigos, etc, etc. Más mozos, empleados, dueños de, hijos de, vecinos, primos de, ex novias/os de, y miles de categorías que repletan tus recovecos. Es hora de que alguno se vaya borrando tipo limpieza de cookies, borrado de cache, eliminación de elementos en desuso. ¿Para qué ibas a querer vos guardar la memoria del ex de Virginia si casi ni a ella recordás?
Así justificás tu derrota, antes de enloquecerte pensando que el paso del tiempo va carcomiendo tu capacidad y te va dejando impávida frente a tus falencias.
Sólo una cosa te alegra. La decisión de salir así, sin ninguna producción debe haber hecho que este tipo, al que no veías hace más o menos diez años, te haya visto igual. Tan igual como para reconocerte al instante con nombre y apellido. Ergo: tu deterioro aun no se ha hecho visible y eso es lo único medianamente bueno de esta nueva cosa tonta.
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