VORAZ

Así es como te encuentra este viernes frío y sombrío: entregada a tu voracidad. 

Te acabás de autoimponer una pausa para sentarte a dilucidar qué es lo que querés devorar. Es asombroso ver cómo pasás de una condición volátil en la que tu cuerpo pareciera ser inmaterial a esto que cargás hoy: algo así como una carcaza hueca que se desgarra exigiendo complitud.

Hoy tu cuerpo está quejoso y espantosamente inquieto. Busca algo inconseguible. Ansía alcanzar el punto en el que la necesidad deja de ser tal.

Hoy que tu voracidad parece no tener límite, deberás encargarte muy bien de encontrar algo que te sacie por igual, que te harte hasta dejarte exhausta, rendida a tus propios pies, cansada de la ingesta.

Algo que te deje tal como habrías quedado si realmente hubieras hecho lo que querías (de haber sabido exactamente qué,por supuesto)