26.1.07

Y LA LLUVIA CAERA

Se te ocurre pensar que está lloviendo demasiado últimamente. Estés donde estés te chaparronea sin previo aviso y ya te preocupa. Mirás al cielo y elucubrás ideas locas sobre las recientes acciones celestes destinadas a lavar las culpas humanas.

However, vos no te sentís tan involucrada. Dentro de todo, hacés las cosas bastante bien, sin dejar de errar de vez en cuando para no desairear al pobre de Cicerón y a su bella filípica liberadora. Vacare culpa magnum est solatium.

Hoy es un día sombrío pero llevás tu propia luz con soltura. Te das cuenta en la mirada de los otros y en su tono de voz, que hay algo que hoy irradiás y el otro agradece. Qué bueno, eso siempre hace bien.
El aire acondicionado del shoppping es mucho más coherente y benévolo que en otros lugares por donde has andado últimamente, en los que congelan sus ambientes de manera horriblemente enfermiza. También disfrutás del heladito light de Freddo junto a tu hija y a dos de sus amigas - que están tan grandes que te espanta pero qué lindas se las ve.

Las soltás un poco y vos aprovechás para hacer de las tuyas. Te apasiona entrar en Yenny y revisar todo lo que hay de nuevo. Hace tiempo que no pispeás nuevas publicaciones porque todavía tenés dos libros que te pesan en la mesa de luz. De todos modos, no podés con tu genio bibliófilo y te comprás otro. Los libros siempre son una buena excusa para sentirte ocupadísima bien. Te tentó English Breakfast, libro que leerás no tan en breve ya que tendrás que terminar Arte Menor (que está muy bien escrito pero hay algo que no te engancha del todo y lo estás dilatando, ¿tendrá que ver con la complejidad eléctrica de su temática?) También te espera El Último Encuentro, de Sandor Marai, super recomendado por Ana K., más Jeffrey Gitomer's Little Gold Book of Yes! Attitude, que a pesar de tener partes del tipo Llame Ya y un marcado acento American Idol, que hace que no quieras poner un link sobre él, tiene frases dignas de apuntalar tus vacíos y contribuir a que eludas las sombras, más una tapa dura que te gustó. Period. No tenés por qué dar tantas explicaciones. On top of all that, descansa el Issue 1, Jan 1, 2007 de TIME, cuya tapa es espeluznantemente impactante y querés conservar intacta. El tema es que si dedicás tanto a tu blog y a otros quehaceres cibernéticos, tu lectura irá quedando rezagada y eso no está tan bien aunque la tetera no sea de porcelana.

Ahora, no me quedó claro, ¿dijiste que la lluvia lava las culpas? BS, if you know what I mean.
 

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