DANS LA NUIT - REMAKE

Ayer dijiste.

Ok. Clarísimo.

Anoche también te asaltaron pensamientos. Pero esta vez fueron
i-lógicos.

Primero: te sentaste frente a la compu a tipear frenéticamente porque te faltó la reorganización temporal pertinente y el tiempo decididamente no te alcanza.

Segundo: Te lloriquean los ojos porque estás forznado la vista.(no ves, no ves, te lo dije: forzando querida, forzando) Claro que fuiste al oftalmólogo, ya lo sé. También sé que te hiciste lentes y que elegiste un marco muy "in" pero no sé por qué extraña razón te empeñás en convencerte de que vos ves igual sin anteojos, cuando, no es así. Admit it.

Tercero: Se te hace un blanco en el quinto párrafo porque te das cuenta repentinamente que estás repitiendo la idea del segundo reformulada, pero los lectores no son tontos. Click, seleccionar, click, borrar. Gone.

Cuarto: No tenés la menor idea de cómo seguir. Son casi las dos de la mañana de un día que empezó con cul con barra (Sólo G. sabe qué significa eso, vos sólo lo hacés tal y como te lo indicó) Siguió con apenas 18 horas de rítimicos e incesantes movimientos neuronales y está terminando frente a tu monitor LCD (deberías cambiar una letra e inyectarte eso mismo para poder resistir este ritmo, por dios!)Y sí, el día está terminando, mal que te empeñes en estar fresca como una lechuga.

Nota al margen (acá no hay margen pero esta es una nota, algo es algo): siempre te preguntaste por qué las lechugas son frescas. En todo caso debería decirse fresca como la botella de agua mineral recién sacada de la heladera que tomás entre cul y cul. Pero no, algún gil dijo alguna vez "fresca como una lechuga" y todos sus fieles seguidores lo repetiremos por los siglos de los siglos sin siquiera corroborar si estamos diciendo algo coherente. Las lechugas no son frescas. Y si no, preguntale al verdulero del super, a quien se le ocurrió poner dicroícas justo arriba de la lechuga!!!!

Quinto: es el momento ideal para ir a buscar la cajita de Villars que dejaste por ahí. La abrís con la tranquilidad de quien comerá uno o a lo sumo dos chocolatitos mientras pensás qué buena idea tuvo quien los hizo tan chiquitos. Son como para sacarse el gusto sin ingerir demasiados carbohidratos, sin elevar el colesterol, sin agregar demasiado azúcar a tu cuerpo. Ideal. Para cuando terminaste de pensar todo esto, no comiste dos sino cuatro y para cuando terminaste de tipear el maldito quinto párrafo que no te salía, te comiste suficiente número como para que tu cesto de basura al lado del escritorio reluzca con el plateado del envoltorio de los chocolatitos, que según tu primera intención, debió pasar desapercibido entre los varios papeluchos que tiraste durante el día.

Sexto: un sexto sentido justamente te hizo cerrar la cajita y apoyarla en el mueble detrás tuyo. Ojos que no ven....

Séptimo: No te da para un sexto párrafo. Guardás, envías a tus varias cuentas de correo por si acaso y te parás con dolor de piernas, ojos y panza chocolatada.

Octavo: no recordás cómo llegaste a la cama y mucho menos en cuánto tiempo completaste tu ritual nocturno. Lo que sí sabés (recién hoy a la mañana) es que te salteaste varios pasos de tu beauty session pre-onírica.

Noveno: ni música, ni pensamientos, ni ráfagas de addict. Estás descerebrada y te dormís sin más.

Décimo: Hoy martes simplemente decidiste que no vas a escribir nada más que tu blog, a la miércoles con el artículo del diario. Perdón, quise decir para el miércoles.
My apologies.

APARTADO UNO: O sea, claro que si mandaste tu writing piece para una competencia cuyo premio era un viaje a Scotland (con trabajo incluído pero a vos eso no sólo no te afecta sino que te divierte mil veces más) era porque estabas ilusionada, como todos los candidatos que participaron. Alors, recibir un mail que te diga qué pena que no ganaste pero qué excelente fue tu entrada es como que...you know. Ni Yin ni Yan. (porque eso de ni fu ni fa te suena como a la lechuga fresca y ni pensás ser una fiel seguidora porque no te gustan ninguna de esas dos palabras. O sea no es que no te gusten pero la verdad, ni fu ni fa. Ooooops!)