15.4.07

EL DIA DESPUES

De por qué estás levantada a las 10.26 de la mañana del día después de la fiesta que terminó a las cuatro y entre pitos y flautas (comentario en próximo post) te acostaste a las cinco y pico (de avestruz diría yo) explicarás en la sección backstage. Ahora sólo te dedicarás a hablar de la perfección de una fiesta extremadamente bien organizada y de cómo la buena gente hace que todo lo que la rodea sea especialmente emotivo y te deje un sabor parecido a la consabida frase de Hector Alterio en Caballos Salvajes (no la repetís porque tu blog nunca va a tener lenguaje soez explícito, a lo sumo inciales con ..., como sucederá en breve. Decisión tomada.)

PRELIMINARES

Durante el día de ayer, te fuiste tranquilizando cuando las tres o cuatro personas que pasaron por tu casa por casualidad elogiaron el vestido de C. que colgaba en su cuarto a la espera de su dueña que salió muy temprano y no sabe de todas las peripecias que pasaste con la "inepta es poco" de M. (en palabras de Menta, ver su comentario de ayer) Esa gente que no notó lo que vos a propósito no comentaste para testear el grado de evidencia de la imperfección, te dio la pauta de que tu fijación era producto de tu bronca y la cosa no era para tanto. Bien. Vamos mejorando.

Llegó C, exhausta después de su primer día de ingreso al secundario (sí, sábados de 8 a 13 para los que no saben que esto es así) se emocionó ante su atuendo para la noche y tampoco notó nada. Bien bis.

16.30 peluquería para ambas. Madre e hija entregadas totalmente a A y G, dos peluqueros nuevos porque los de antes no las convencieron nunca demasiado. Todo dependía de que ellos interpretaran bien lo que las dos bellas damas eligieron para noche tan especial. Después de semejante experiencia con M., vos rogabas que todo saliera bien en el beauty salon ya que un día de lluvia con un peinado mal hecho es lo peor que te puede pasar. Cuestión que alguien parece haber escuchado tus súplicas y la cosa salió más que perfecta. No sólo ambos coiffeurs interpretaron los peinados a la perfección sino que agregaron su propia creatividad y mejoraron ambos diseños. Además te atendieron más que puntales. (Para que Maiu los tenga en cuenta, ver su comentario de ayer) Eso es lo que se llama profesionalismo. Aprenda M.

19:00 C, vos y él ya están listos. Tu hijo (en pijama) saca fotos de los tres porque están super smart y eso merece quedar grabado en la retina digital. C luce más linda que nunca y ya olvidaste las alforzas, la sombra y su metáforica connotación. Todo brilla como corresponde en una ocasión feliz.

Agradecés a tu dear mum que haya venido a tu casa a ayudarte a entrelazar las tiras de tu corset que por supuesto están en la espalda y no sólo son imposibles sino que te dan la excusa perfecta para que tu dear mum, que ama las fiestas y el glamour de la ropa elegante, pueda verte a vos y a su nietita convertidas en dos reinas. Porque así se sintieron como buenas mujeres que son y la que no sienta lo mismo en iguales condiciones, debería hacer algo por fortalecer su autoestima ya.

De la fiesta casi no te atrevés a hablar. No crees que tus palabras puedan estar a la altura de lo que sucedió. En el marco impecable del Hotel Alvear perfumado con bolas de rosas rojas naturales suspendidas en el aire como mágicos regalos de la naturaleza, simbólicamente colocados para que la agasajada florezca como lo hizo, nada puede desmejorar la intención de felicidad. Sólo imaginen ocho horas de hedonismo total pincelado con las lágrimas que la homenajeada no trató de ocultar cada vez que sintió emoción y lo hizo en la medida justa.Si lo hubiera planeado, no habría salido mejor esto de llorar y reir en el momento preciso. PERFECTO, es el único calificativo que cabe sin más y eso se siente más que nada en el cuerpo. Relajado, cómodo, libre de movimiento en un lugar bien pensado para que los cuerpos y las almas brillen y asi fue.

BACKSTAGE

I) El tacaso. Que te metió una espástica bailarina que justo decidió levantar su piesecillo con taco aguja violentamente al ritmo de alguna canción inapropiada y bajarlo con todo el peso de su cuerpo sobre uno de esos huesitos finitos que unen tu pierna con tu pie. El dolor no se te reflejó en la cara porque no te lo podías permitir. Lo apretaste entre los dientes y lo aguantaste como una lady toda la noche y en este preciso instante, aun se hace sentir.

II) El olvido. Dejaste sobre la mesa el pinchecito con la tarjetita que indicaba el sitio de C. en la mesa principal, que sirve de portarretratos y que C. te dio junto a dos millones de cosas más casi al final de la fiesta para que se lo tengas, se lo cuides y lo traigas a tu casa. Como era de esperar, algo debía fallar para que C. desplegara su consabido malhumor preadolescente y lo que falló fue justamente eso. Trajiste todo lo demás menos el pinchecito con su nombre, que justamente era lo que C. más parecía valorar. F...! Te das cuenta cuando ya están de vuelta en tu casa, llamás a 110 pidiendo el teléfono del Alvear (tu compu esta apagada alguna vez le toca descansar poor thing),lo memorizás, marcás, suena menos mal, ensayás lo que dirás para que suene lógico porque "pinchecito" se te van reir en el oído, beep, beep biiiiiiiiiiiiiiiiip señal más finita que nunca de fax. F...! bis.

C. pega portazo y se va a dormir olvidando todo lo que hiciste por ella desde el día que recibieron la invitación hasta ese bendito instante en el que se te ocurrió comentarle que el pinche quedó sobre la mesa porque no te daban las manos ni la cabeza a semejante hora de la noche para seguir estando en todo. Pues no, C. todavía no tiene visión generalizada ni desarrolló su inteligencia emocional de modo de poder evaluar la gravedad o no de una situación, con lo cual, eso que dijiste fue lo peor que pudiste decir y C. se fue a dormir amenazándote con que si no lo recuperás no te habla más!!!!! F...! Triple F...!

III) Lograste dormir a pesar del zumbido en los oídos que dejaron los Auténticos Decadentes con sus estruendosos recuerdos de otras épocas y sus hits de actualidad que vos por supuesto desconocías y del portazo de C. que no podés negar te amargó, no sólo por su actitud (si, si, comprendés su enojo, pero igual) sino porque olvidarte el pinchecito que cuidaste con esmero durante al menos una hora mientras C. se despedía de cada una de sus amigas, te preocupó. Hasta ensayaste explicaciones psicológicas del por qué de esa negación a traerlo a casa. No vienen al caso porque no llegaste a ninguna conclusión si es que había alguna potable. Pero vos no podés vivir sin preguntarte el por qué de todo. Hay axiomas, Ladyvina, hay axiomas. Recuérdalo.

CAPITULO APARTE

Merece el escándalo que tus vecinos de arriba hicieron hoy a la mañana -como casi todos los domingos - nada más y nada menos que a partir de las 9 a.m. ( o sea de 5 y pico a seis y pico, de seis y pico a siete y pico, a ocho y pico y lo que queda del pico hasta las nueve) Tu sueño se vio abruptamente interrumpico, perdón quise decir interrumpido, por los gritos del nene de arriba y sus papás que le gritaban aun más pretendiendo callar su histeria (grave error) mientras el monstruito mañanero frenéticamente arrastraba objetos de no sabés qué tipo pero pesados eso sí, por todo el piso del cuarto de sus padres que casualmente está exactamente arriba de tu cabeza. Nunca jamás vas a entender por qué esa gente no hace escándalos en cualquier otro ambiente de la casa. Todas sus peleas, todos sus insultos y todos, absolutamente todos, los llantos de su niño suceden justo arriba de tu cabeza. Jamás tienen el buen tino y la delicadeza de considerar que abajo puede estar durmiendo alguien y partir con su nerviosismo a otra parte. No. Se olvidan del mundo y se matan verbalmente justo donde más te molesta y a la peor hora, que es siempre la hora en la que podés dormir. Al rato la cosa se torna insoportable y comenzás a pensar en levantarte. De nada sirve intentar dormir cuando esos gritos no sólo desvelan tu sueño sino que te contagian un estado muy poco apropiado para el descanso. Además, mientras estás considerando si deberías levantarte o esperar que las aguas de tus vecinos se calmen, suena el ring tone de M. que tiene que levantarse para ir su partido de rugby y a vos te da pena largarlo nuevamente en banda ya que anoche comió solo y hoy no sabés si hay café hecho, es probable que no, además tendrá plata?... y estos pensamientos son definitivamente para tenerlos estando levantada.

Ambos piecesitos** al piso y aquí estás. Café hecho, M. desayunando y vecinos en tregua hasta el domingo próximo.

PD. Gracias a tus amiguísimas por su apoyo incondicional de siempre, sus mensajes de buenaventura pre-fiesta tanto telefónicos, como por mail o por comment en el blog. Siempre allí, siempre atentas a todo, como corresponde a vuestra eterna amistad.
Y gracias también a tus lectoras/es de blog que por alguna razón siguen las peripecias de tu vida paso a paso.

**dudás sobre la ortografía de piesecitos. La lógica diría que es piesecitos ya que no hay regla que convierta la s en c en el diminutivo. O al menos suponés, pero como odiás tener faltas de ortografía, Googleás lo siguiente "piecesitos o piecesitos" y riánse de lo que aparece. Esto es lo que se llama inconsistencia humana. Me quedó reclaro.

1 comment:

Menta Ligera said...

Viste que lo del vestido iba a pasar a segundo plano... Y la aprobacion de los que "no saben" es siempre tan tranquilizante. Me alegro que disfrutaran la fiesta a pleno. ¡Eso es lo que importa!