EL LABERINTO DE LADYVINA
Te levantaste del sillón, dejaste los auriculares sobre la mesa y viniste directo a sentarte en tu compu para no perder la inspiración con cualquier distracción mundana.
Acabás de ver "El Laberinto del Fauno", película a la cual te resistías por alguna razón que muy bien no podés precisar y que hoy, después de verla,cualquier razón para no verla te parecería absurda.
Le peli no sólo te transportó al mundo de ficción creado por Guillermo del Toro sino que te hizo conectar tus ideillas como siempre y así fuen como asociaste aquella noción de complejidad de la que hablaste hace poco con esta idea de magia subyacente que parece acompañar la vida de quienes dejan volar la imaginación. Te gustó esa moción. Adherís a ella, la sentís muy familiar por haberla practicado todos estos años. Te atreverías hasta a especular con la idea de que tu vida mundana se ve elevada gracias al mundo fantástico que construís con tus libros, tus noches de lujuria onírica, tus invenciones diurnas y otros menesteres, incluyendo tus incursiones por este blog.
Las palabras se combinan para acompañarte en tu paso por este mundo, que termina siendo un laberinto para todos. La diferencia quizá radique en que algunos lo recorren con el sólo objetivo de encontrar la salida. Otros, en cambio, prefieren detenerse a ver qué hay alrededor a cada paso que dan.
Es cierto que así se corre el riesgo de perder la orientación de vez en cuando, pero también es cierto que ni lo bello, ni lo mágico, ni lo divinamente inspirado pasa desapercibido y eso para vos, vale más que cualquier otra promesa que te espere del otro lado.
Ya habrá tiempo de ocuparse de eso.
Acabás de ver "El Laberinto del Fauno", película a la cual te resistías por alguna razón que muy bien no podés precisar y que hoy, después de verla,cualquier razón para no verla te parecería absurda.
Le peli no sólo te transportó al mundo de ficción creado por Guillermo del Toro sino que te hizo conectar tus ideillas como siempre y así fuen como asociaste aquella noción de complejidad de la que hablaste hace poco con esta idea de magia subyacente que parece acompañar la vida de quienes dejan volar la imaginación. Te gustó esa moción. Adherís a ella, la sentís muy familiar por haberla practicado todos estos años. Te atreverías hasta a especular con la idea de que tu vida mundana se ve elevada gracias al mundo fantástico que construís con tus libros, tus noches de lujuria onírica, tus invenciones diurnas y otros menesteres, incluyendo tus incursiones por este blog.
Las palabras se combinan para acompañarte en tu paso por este mundo, que termina siendo un laberinto para todos. La diferencia quizá radique en que algunos lo recorren con el sólo objetivo de encontrar la salida. Otros, en cambio, prefieren detenerse a ver qué hay alrededor a cada paso que dan.
Es cierto que así se corre el riesgo de perder la orientación de vez en cuando, pero también es cierto que ni lo bello, ni lo mágico, ni lo divinamente inspirado pasa desapercibido y eso para vos, vale más que cualquier otra promesa que te espere del otro lado.
Ya habrá tiempo de ocuparse de eso.
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